viernes, 30 de diciembre de 2022
ADADA
sábado, 26 de noviembre de 2022
Él
Todo era perfecto: su rostro, los ojos, la boca, el pelo... El cuerpo. Como ella había soñado. Ahora solo restaba programarlo. Quería que fuera culto, sensual... erótico y sexualmente arrollador.
Eso no era barato, no; pero deseaba lo mejor. No le importaba el precio. Rachel podía costeárselo, y amaría a ese hombre durante el resto de su vida. Estaba hecho a su capricho. Sería su primer y único humanoide. Se casaría con él, y estaba segura que no necesitaría nada más en la vida. Si muchas mujeres buscaban el amor y después eran unas pobres infelices, unas desgraciadas, a ella eso nunca le sucedería. Nada podía fracasar en su caso.
El día fijado para ir a por su pareja al Centro Español de Creación Biológica y Programación de Humanoides se levantó temprano y nerviosa. Apenas había podido dormir y descansar durante la noche.
Se duchó, desayuno, arreglo... Hoy todo lo hacía maquinalmente. Su pensamiento estaba en otro lugar. Después de mirarse en el espejo del salón, y darse el visto bueno, se dispuso a salir. A sus indicaciones de voz, trasmitidas por el sistema inmótico del edificio, dos hombres llamaron suavemente a la puerta, y se situaron a ambos lados, entonces ella salió.
—Bueno días, señora.
—Hola, chicos. Vamos allá. Hoy será un día largo y entretenido.
Un tubo acristalado les condujo a gran velocidad hasta una planta baja, muy vigilada, donde su vehículo esperaba. Los acompañantes subieron a otro estacionado delante del suyo, y partieron.
La ciudad aparecía sumergida en un todo nebuloso, sin visibilidad, y donde solo era posible surcar las rutas ya fueras aéreas o terrestres mediante vehículos autónomos como los que transportaba a Rachel y sus guardaespaldas. La atmósfera de Madrid estaba convertida, hoy más que otras veces, en una especie de plasma que casi podía ingerirse, y donde las formas arquitectónicas aparecían como diluidas. Los habitantes, con sus rostros ocultos detrás de extrañas mascarillas necesarias para sobrevivir, daban a la ciudad un aspecto de soledad atroz. Solo los humanoides prescindían de ellas: no las necesitaban.
Cuando llegaron, ÉL ya estaba listo y acompañado por los máximos responsables del Centro. Hubo saludos e intercambio de palabras... información. Al mismo tiempo, el director, extendió a la presidenta toda la documentación acerca de su adquisición contenida en un dispositivo encriptado. Terminado el encuentro protocolarios, ÉL pudo acercarse hasta ella, bajo la mirada atenta de los dos guardaespaldas, y besarla en los labios. Su aliento era vaporoso, como una brisa. El hombre es hermoso, se dijo Rachel. Más de lo que imaginaba, mucho más. Todo el esfuerzo y el gasto ha merecido la pena, pensó.
Me llamo Libio, dijo el humanoide, y te conocí a través de un holograma, y ese fue el modo en que me enamoré de ti. La programación actual nos preparara y predispone, pero no lo hace todo. Nosotros... ya sabes, los manufacturados en laboratorio, tenemos capacidad y autonomía cognitiva una vez hemos salido del proceso de fabricación, y también de un potencial casi ilimitado para integrarnos socialmente e reinterpretar el estado de las cosas. Como sabes por la documentación entregada de mi historial soy doctor en medicina, concretamente médico forense, y me gustaría poder dedicarme a esta especialidad en un futuro, subrayó Libio.
A Rachel no le pareció mal. Deseaba formar una familia idéntica a la de los demás, la de sus amigas y conocidos, pero en ausencia de conflictos. Así pues por qué no iba a poder trabajar su recién adquirido hombre en lo que le gustase y para lo que estaba formado. ¡No trabajaba ella dirigiendo el país!
Esa primera noche hicieron el amor. Todo fue como Rachel esperaba: Libio era de una sexualidad arrolladora.
El desayuno estaba sobre la mesa. ÉL saboreó el primer café con leche y cruasán de su vida, mientras Rachel le observaba enamorada.
Luego Libio quiso saber cuánto tiempo llevaba ella programada. La presidenta respondió con una sonrisa y un beso húmedo en su boca. Relajate y descansa para esta noche porque saldremos a cenar y después follaremos, le dijo en un tono confidencial. Ahora tengo Consejo de Ministros.
Al día siguiente, temprano, el desayuno estaba sobre la mesa: el café humeaba y la bandeja con los cruasanes recién salidos del horno esperaba. El personal se encontraba en su puesto de trabajo, como cada mañana. Nada parecía distinto al de otros días en el Palacio de la Moncloa.
miércoles, 16 de marzo de 2022
Piernas al desnudo *
Lleva un vestido oscuro con cinturón, chaqueta clara y abrigo tres cuartos de piel con grandes hombreras, guantes oscuros, una boina calada ocultando su melena rubia, y unos botines de ante abiertos por delante.
Su postura, semi inclinada hacia adelante y ladeada, apenas si deja al descubierto su rostro pálido de labios grana, ojos rasgados y finas cejas.
El suelo brillante de la acera, sobre el que cae una fina cortina de agua, devuelve el reflejo de sus piernas al desnudo.
Las manos *
I Ain't Got Nobody in New York (Yo nunca he estado en New York) *
Simetría *
Vendedor de flores *
martes, 15 de marzo de 2022
Lascivia *
domingo, 13 de marzo de 2022
Infortunio *
Celebración *
Hay parejas besándose. Muchas son marinos con sus chicas. Uno de ellos levanta y enseña al mundo su gorra de plato en señal de saludo. Sus caras son de enorme alegría, aun cuando en sus miradas aún permanecen impresas las señales de los sufrimientos padecidos.
Todos proclaman hoy con estruendosa alegría el fin de la Segunda Guerra Mundial.
* 15 de agosto de 1945: Muchedumbre celebrando el Día de la Victoria, con la Estatua de la Libertad al fondo (New York).
miércoles, 9 de marzo de 2022
Una extraña y entrañable chica *
martes, 8 de marzo de 2022
Cinco amigos *
lunes, 7 de marzo de 2022
Gracias, muñeca *
Me recuerda a los juguetes de hojalata de mi infancia. Solo que éste, siendo de chapa débil y estructura frágil, es un ómnibus real, como reales son sus pasajeros, alguno de los cuales me miran.
Manos de marfil *
domingo, 6 de marzo de 2022
Detrás del cristal*
Delante de la joven y su hijo se encuentra la puerta, donde se agita como si intentara huir el visillo, con el cristal roto, y las piezas aún sujetas al marco. La luz proyecta la sombra del reborde del cristal roto sobre el rostro y el cuerpo joven y bello de la mujer y su hijo.
La mujer, negra, posee ojos grandes de color miel, y la boca y sus labios desprenden sensualidad; expresión serena, casi esbozando una sonrisa. Viste camiseta marinera de rayas horizontales, y de manga corta, y falda de estilo y color indefinido, como la ropa del niño.
La puerta dispone de un robusto pomo redondo y una cerradura de tambor, cuya función ya es inútil. Nada es lo que parece, excepto la fatiga del visillo en su frustrado e incesante intento de volar.
*Mujer joven y su hijo detrás de una puerta con el cristal roto, en Harlem (New York) (hacía 1943).
sábado, 5 de marzo de 2022
Septuagésima*
viernes, 4 de marzo de 2022
Extraña dama *
jueves, 3 de marzo de 2022
Una paloma vulgar *
Entré en la calle y vi zapatos, botas, calcetines, cuerpos boca abajo, boca arriba, de costado, amontonados en el suelo, sobre cartones, dormidos.
El aire era espeso y agrio, y el sonido coral, polifónico: respiraciones hondas, graves, agudas; con sordina, ásperas. Todo un surtidor de alientos.
Al lado, a pocos centímetros de esta aglomeración de seres desquiciados, hay un pequeño recipiente, redondo, con agua, y a su vera una paloma vulgar —nada picassiana—, despeinada, con greñas, bebiendo de espaldas a los seres que duermen su infelicidad.
La paloma se retira del recipiente, toma distancia de él, mira a un lado y a otro, sacude el cuello y después las alas. Durante unos instantes se queda inmóvil, luego dobla el cuello y escarba en su pecho un momento antes de mirar a aquella gente y emprender el vuelo, como si huyera, en busca de una cornisa en la que dormitar.
* Grupo de hombres en el suelo durmiendo la resaca, mientras una paloma solitaria bebe de un tazón de agua, (New York) (hacia 1942).
miércoles, 2 de marzo de 2022
Tres músicos blancos y una promesa *
lunes, 28 de febrero de 2022
Un galés en New York *
jueves, 24 de febrero de 2022
Fotografía al agua *
* El fotógrafo Alfred Stieglitz en su estudio del 509 de Madison Avenue hacia 1945 (New York) (1864-1946).
miércoles, 23 de febrero de 2022
En el Sammy's, de la Bowery *
sábado, 19 de febrero de 2022
Hechizo *
* Mujer joven en un club de jazz en Greenwich Village (Manhattan) (hacia 1940-45).
martes, 15 de febrero de 2022
Un agradable encuentro *
* El escritor y bohemio Joe Goul hacia 1940 (Manhattan) (1889-1957).
lunes, 14 de febrero de 2022
Joy of Living (El placer de vivir) *
domingo, 13 de febrero de 2022
Manhattan *
sábado, 5 de febrero de 2022
El puprite *
jueves, 3 de febrero de 2022
Confort *
La hoja de periódico muestra el anuncio de un comercio que ofrece muebles confortables y artículos de iluminación: sillas a 8,90 $, lámparas a 6,90 $... Bajo la hoja, en la penumbra del papel, asoma parte del rostro de un hombre descansando sobre un camastro tapado con una manta. Al lado parece vislumbrarse otro camastro, otra manta y, quizá, otro cuerpo debajo.
miércoles, 2 de febrero de 2022
Silencio *
martes, 1 de febrero de 2022
A la sombra del buzón *
* Descanso eterno al pie de un buzón de correos en New York (hacia 1941).
lunes, 31 de enero de 2022
Descansillo *
La mayor, de rostro sereno, con incipientes pechos blancos adolescentes, duerme sosteniendo un pequeño michino junto a su cuerpo.
El olor ácido de la existencia de esos cuerpos traspasa el aire del tiempo y llega hasta mí.
* Niños durmiendo en una escalera de evacuación de incendios en New York (hacia 1941
sábado, 29 de enero de 2022
For Rent *
La marquesina, perpendicular a la acera, anuncia Dahill Funeral Home Inc. Es el número 711 de Amsterdam Avenue. A su derecha, una tienda de comestibles y lechería; y más a la derecha, un establecimiento de reparación de calzado y limpieza de sombreros. El reloj de la funeraria, colgado de la fachada por encima de la marquesina, señala las seis menos tres minutos. Es de madrugada.
En la acera, al borde de la calzada y frente al establecimiento, alguien descansa en el suelo, no eternamente, sino hoy; tal vez otros días también; quizá habitual u ocasionalmente. ¡Quién sabe! Viste pantalón oscuro y camisa blanca. Duerme boca arriba con los pies cruzados y con uno de sus brazos, el izquierdo, doblado bajo la nuca.
En la cristalera de la funeraria hay un rótulo en el que puede leerse: FOR RENT.
* Un hombre duerme delante de Dahill Funeral Home en New York (hacia 1939).
viernes, 28 de enero de 2022
Camino de la Ópera *
1 NE. Referencia al viejo Metropolitan Opera House (Met), fundado en New York en 1880.
Las vidas pasadas nunca pasan
Hace unos días me dio por reflexionar acerca del pasado. En realidad de los intentos de traerlo al presente y rejuvenecerlo; darle sentido d...
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