El
cadáver se encuentra boca abajo, a la sombra nocturna
del buzón de correos. Alguien lo ha tapado con una
sábana, ahora ensangrentada. A su lado un policía toma
notas como si en ese momento estuviese multándole por
estar tirado, acostado o muerto en la vía pública. En
el buzón, un letrero apremia a los ciudadanos a que
«envíen pronto sus paquetes para que lleguen antes de Navidad».
* Descanso eterno al pie de un buzón de correos en New York (hacia 1941).
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