miércoles, 16 de marzo de 2022

I Ain't Got Nobody in New York (Yo nunca he estado en New York) *

   El local está muy concurrido. Nunca había estado en New York y no conocía a nadie. Paseo la mirada en busca de un sitio donde sentarme, alguna mesa vacía. Nada, todo ocupado.
   Mis ojos se detienen en una mesa en la que hay dos parejas. Sobre un mantel de cuadros veo dos cajetillas de cigarrillos Camel y Lucky Strike. En el centro del tapete reposa una botella de cerveza Rupper, varios vasos y un cenicero.
   Una de las parejas se besa apasionadamente, ausentes de todo lo que ocurre a su alrededor. La otra observa la escena, aunque la mujer aparta la vista algo turbada. Quizá porque se ha dado cuenta de que yo estoy mirándola.
   La joven no es guapa, sí atractiva y de aire seductor. En el momento que nuestras miradas se cruzan ella apoya en el borde de la mesa una de sus manos de largos, delicados y delgados dedos entre los que sujetaba un Camel sin filtro. Tiene las uñas muy cuidadas, largas y esmaltadas en granate. En el anular he creído ver un anillo; quizá de compromiso. Me quedo
de pie, admirando aquel conjunto. Ella sostiene la mirada y percibo una sonrisa en sus ojos. En el jukebox suena I Ain't Got Nobody, de Coleman Hawkins.

* Reunión de dos parejas de jóvenes en un bar de la Bowery; besos, cerveza y cigarrillos (Manhattan) (hacia finales del decenio 1930).

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