domingo, 2 de enero de 2022

Norma

 

«Antes de comenzar siempre me froto los pezones con hielo para endurecerlos y aumentar su prominencia; quedan tersos como cerezas. Luego llegan las agotadoras sesiones fotográficas». Natalie se echo a reír. Estaba sorprendida de las palabras de la joven modelo con la que estaba hablando. De su sinceridad.


Yo llegué al Beverly Hills Hotel de Los Ángeles para reunirme con Natalie justo a tiempo de escuchar las palabras de la joven. Más tarde Natalie me explicaría que había conocido a la modelo meses atrás en los estudios cinematográficos. Que hicieron amistad y de vez en cuando ambas quedaba para hablar. Hoy se han encontrado casualmente

Al presentármela Natalie, ella me saludó con una amplia y alegre sonrisa. Al verla de cerca me di cuenta de su deslumbrante belleza. «Soy Norma, Norma Jeane». Natalie me comentaría que Norma estaba divorciada: Su ex marido es un tipo que se enroló en la Marina y fue enviado a Australia; no le gustaba que su mujer trabajara como modelo y la puso en la tesitura de tener que elegir. Ella eligió divorciarse: «Lo más importante que conseguí con mi matrimonio fue acabar para siempre con mi condición de huérfana», le comentaba a Natalie.

Luego recordaría haber visto su fotografía en la portada de alguna publicaciones para las que trabaja Vlady: Laff y Pix entre otras, y Natalie me comento que Norma había trabajado de extra en un par de películas.

Se preguntarán qué hago yo en el Beverly Hills Hotel y fuera del Café Society. Bueno como ya he explicado trabajo en los diálogos de una película muda que se va a rodar próximamente en Hollywood. Si han leído bien: los diálogos de una película muda y en la que trabaja como actriz principal Natalie, mi adorable y amada Natalie.

Esta noche actuá aquí en el Beverly Hills Hotel la orquesta de Charlie Barnet, que hace una versión fantástica de Swing Streer Strut y de Lament for May. La cena y sobremesa se alargó hasta las tantas. Natalie y yo nos reímos mucho con los sueños de Norma: «Cuando contemplo la noche de Hollywood pienso que debe de haber miles de muchachas tan solas como yo que sueñan con convertirse en estrellas de cine. Pero no voy a preocuparme por ellas. Yo sueño más que nadie».

No obstante los martinis y el cansancio, intuí que esta joven dará argumentos para escribir acerca de ella. Su inteligencia natural es sorprendente.

Cuando nos despedimos de Norma, Natalie y yo nos dirigimos al ascensor. Antes de entrar ella se quitos los zapatos con disimulado gesto de dolor.

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