El
otro día, ya tarde, Herni, el camarero del Café Society, me dijo
que le había oído decir al jefe que el próximo sábado, vendrá a
tocar Teddy Wilson; un gran tipo este Teddy, amigo de Bobby Henderson
y Lady Day.
Después
de darme la noticia, Herni me dejó mi bourbon con hielo, tres
cubitos, en la mesa. Hubo un momento en el que estuve a punto de
pedirle que no me echara el hielo, pero lo dejé. Creo que no estaba
preparado para prescindir de ese ritual, pero sobre todo, para lo que
no estaba preparado era para dejar de escuchar el tintineo que
produce el hielo al chocar contra el vidrio cuando inclinas el vaso
para llevártelo a los labios, o cuando lo mueves rítmicamente para
lograr una mejor envoltura. Así que decididamente dejé de hacer
caso a lo que había leído hacía unos días en un número atrasado
del Chicago Sun-Times. El rotativo decía que después de
analizar por su cuenta el hielo de alrededor de 49 diferentes
restaurantes y bares habían comprobado que algo más de una de cada
cinco muestras tenía contenidos muy altos de unas bacterias que se
se crían y desarrollan en aguas contaminadas con sustancias fecales
y orina.
Dice
el rotativo que luego hicieron una comparación de las muestras de
hielo con el agua tomada del inodoro de un retrete del periódico y
resultó estar "más limpia" que los hielos de veintiuno de
los bares y restaurantes de Chicago. No quise preguntarle a Herni
cómo mierda hacían el hielo o de dónde salía el que me había
puesto. Lentamente fui paladeando mi bourbon, no sin cierta
desconfianza.
No
se si ya lo saben, pero de viernes a domingo, todo el que quiera pude
verme en el Café Society. El resto de la semana lo suelo pasar en la
cama, y si no es para cobijar a una señora estupenda, no estoy
visible para nadie. Les digo esto porque este sábado estaba, como
casi todos sin excepción, en el Café esperando la actuación de
Teddy. Conmigo, sentados cerca del escenario, se encontraban Bobby y
Eleanora.
La
primera canción en sonar ha sido una de las más cautivadoras que se
puedan imaginar:
Tea
for Two.
Fantástica, la pieza y la interpretación del trío de Benny Goodman
en el que está Teddy y Gene Krupa a la batería. A
Té
para Dos
le
siguió
Where
or When,
melodía imperecedera allí donde las haya. Bueno en realidad como
Té
para Dos;
si una logra que mis pies no puedan estarse quietos,
Dónde
y Cuándo,
me sumerge en una dulce melancolía que es lo más parecido a un
duermevela donde lo que te rodea deja por un tiempo de existir.
El
codazo de Billie me devolvió a la realidad.
Pedí a Herni tres boubon bien largos con soda para Lady y Henderson y con tres cubitos de hielo, salidos de alguna cloaca, para mi. Por un instante, una fracción de segundo, pensé que si no me mataba el güisqui quizá lo haría el maldito hielo: ¿dónde y cuándo? ¡Vaya uno a saber! Con el cuarto bourbon ya me había olvidado de esa podredumbre congelada que flotaba hinchado en mi vaso.
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